Deja Que Te Toque La Piel

Me encanta la lluvia... verla caer, sentirla en la piel, intentar enlazarla con los dedos...

el ruido de las gotas al caer, el olor a lluvia que esta por venir, las nubes movidas por el viento, los cielos oscuros, el viento fresco...

Sé que puedo llegar a ser un poco egoísta, como todos, y aunque se que no es general el goce, y no solo por el gusto o la falta de este, sino por cuestiones mas bien sociales y naturales, debe admitir, que despojándome de todas estas convicciones, y limitándome a mi propio gusto, la lluvia es algo que me apasiona.

Así que, si me permiten ser egoísta y pensar en mis propios gustos… seguiré hablándoles de la lluvia…

God is in the rain… y es verdad… cuando uno esta voluntariamente bajo el caer de la lluvia, levanta la cabeza y las gotas tocan la piel, cuando el agua resbala por la cara y bajan por el cuerpo hasta llegar a tus manos, cuando intentas atraparla y descubres que es tan efímero, sientes esa presencia, algo superior, ajeno a ti, llamémoslo Dios, madre naturaleza, o como mas les guste.

Es muy diferente ver la lluvia a través de un cristal, que sentirla en uno… el agua puede caer, jugar en el vidrio, crear imágenes, imaginar sonidos, o simplemente caer lenta y delicada… pero cuando la dejas tocarte, cuando el agua roza la piel, te purifica, te limpia, te hace olvidar, te lleva mas allá… y al terminar… cuando la lluvia por fin terminó… mientras te secas el pelo... puedes de decir, que todo pasó… y eres alguien nuevo.

jueves, 27 de marzo de 2008